Si bien en mayo de 1938 vivimos el debut en Primera División, nuestro camino en el balompié nacional se inició el 24 de julio de 1935 cuando se decidió nuestra incorporación a la Serie B, la segunda categoría del fútbol profesional de Chile y que ese año hacía su estreno en el país.

Aquella determinación de ingreso, adoptada por la Federación de Fútbol, nos permitió dejar atrás el deporte aficionado y en cual contábamos con el título como invicto de la Sección Amateur de la Asociación de Football de Santiago (1934)  y el vicecampeonato Nacional Amateur (1935)

Aquellos logros nos otorgaron reconocimiento y la posibilidad de integrarnos a la reciente creada Serie B, dado que esta competencia sería compuesta por los equipos ubicados entre la 7° y 11° posición de la Primera División de 1934, además de un último cupo que se definiría con un partido entre el colista y el campeón vigente de la Sección Amateur, en este caso nuestro Club.

Allí aparecía Morning Star como el rival a vencer en esa llave, sin embargo, el equipo de Independencia reclamó puntos contra Green Cross (10°) y, si bien llevaron el tema a la justicia deportiva, su fallo fue apelado sin éxito y la Federación para evitar mayores perjuicios determinó que no se disputara el duelo de definición, integrando a los dos conjuntos a la Serie B.

De esta forma, ambos entramos al nuevo campeonato y nos esperaban Carlos Walker, Ferroviarios, Green Cross, Deportivo Alemán y Santiago National, este último el que se proclamaría campeón. ¿El desempeño azul? Un tercer lugar en nuestro esperado estreno.

La suerte, eso sí, cambiaría en la siguiente temporada. Con los mismos conjuntos, a excepción del descendido Deportivo Alemán y el Morning Star, se desarrolló el torneo entre junio y julio de 1936, consagrándonos como campeones bajo la dirección técnica de Luis Tirado y con la presencia de nombres históricos como Eduardo Simian y Eduardo Holzaphel.

Y el éxito en la Serie B continuaría porque en la temporada 1937 repetimos el título y de forma invicta (ocho victorias y un empate). La diferencia del torneo fue que se incluyó a Universidad Católica y las reservas de los clubes de la Primera División de 1937, agrupando un total 10 equipos.

Aquel torneo marcó dos antecedentes importantes: se vivió el primer clásico universitario en un torneo nacional (finalizó a nuestro favor por 2-1) y la gran campaña nos dio la posibilidad de disputar un partido de prueba para el acceso a la Primera División.

Aquel compromiso nos enfrentó con Audax Italiano, mientras que en paralelo la UC (el otro aspirante al “ascenso”) se midió con Colo Colo. Empatamos 1 a 1 en los 90’ y en el alargue caímos por 2-1, mientras que los “Cruzados” fueron superados por 6-2. Con ambos resultados, los observadores de la época determinaron que nuestro equipo era digno de integrar la máxima categoría.

El camino posterior es conocido y ya el 29 de mayo de 1938, ante Magallanes, debutamos en Primera División. Hoy, cuando se cumplen exactos 85 años de esa determinación de ingresar a la Serie B, recordamos nuestros primeros pasos, esos que sin duda cimentaron la gran historia azul y que hoy nos tienen como grandes protagonistas del fútbol chileno.