
Este viernes es un día especial, ya que celebramos el cumpleaños del gran Johnny Cristián Herrera Muñoz, quien naciera un día como hoy en 1981. El histórico arquero azul defendió a la U durante 16 años y se consagró como una auténtica leyenda del club, ganando 13 títulos, entre los que destaca la Copa Sudamericana 2011.
Oriundo de Angol, creció y se desarrolló como portero en su tierra natal hasta 1995, cuando tras una prueba de selección se unió al “Romántico Viajero”. Con el paso del tiempo se consolidó como titular en todas sus categorías inferiores, demostrando una gran personalidad, liderazgo y habilidad, aptitudes que lo impulsaron hasta el primer equipo en 1999.
Su debut oficial se produjo el 1 de agosto de aquel año 99’, cuando salió del banco en el triunfo 2-1 ante Santiago Morning por el Torneo Nacional. Con solo 18 años tuvo la responsabilidad de suplir la expulsión de un referente como Sergio Vargas al minuto 35 y logró completar una buena presentación.
Después de un par de temporadas luchando por la titularidad, en 2004 por fin se adueñó del arco y se alzó como una de las figuras del plantel campeón del Torneo de Apertura. Precisamente, fue el héroe en la final que ganamos por penales 2-4 ante Cobreloa, ya que detuvo el remate de Fernando Cornejo y luego con un potente lanzamiento marcó el tanto que nos dio el título.
Un regreso glorioso
Tras separar nuestros caminos, Herrera pasó por Corinthians, Everton y Audax Italiano. Sin embargo, su corazón nunca dejó de lado su amor por la U y el año 2011 volvió a su casa. Con el dorsal “25” en la espalda se transformó en uno de los pilares del equipo dirigido por Jorge Sampaoli y dio paso a su mejor etapa en el Club.
Aquella temporada fue uno de los líderes de una Universidad de Chile histórica, la que exhibió un nivel de juego asombroso, comparable con el gran Ballet Azul. En una campaña inolvidable ganó un bicampeonato nacional, ante Universidad Católica y Cobreloa, además de la Copa Sudamericana, el primer trofeo internacional de la institución.
En la conquista de la Sudamericana, Herrera marcó un récord de imbatibilidad al recibir tan solo 2 goles en contra en todo el certamen. Su gran año lo llevó a ser elegido el Mejor Arquero de América por el diario uruguayo El País.
Pasaron los años y Johnny se mantuvo firme como un referente azul capaz de responder en las instancias decisivas. Entre sus hazañas destacan los tres penales que contuvo ante O'Higgins en la final del Apertura 2012, lo que valió un inédito tricampeonato. Por otra parte, en 2015 volvió a detener un penal y además, marcó el último lanzamiento de la serie ante Colo Colo, lo que nos permitió ganar la quinta Copa Chile.
Azul para siempre
Consagrado como un ídolo para nuestros fanáticos, en 2017 lideró al equipo como capitán en la conquista del Torneo de Clausura. Un triunfo 1-0 ante San Luis en la última fecha nos permitió asegurar el primer puesto y vencer en una reñida disputa por el liderato a Colo Colo. De esta manera, ante un Estadio Nacional repleto, Herrera levantó el trofeo y dio una emotiva vuelta olímpica acompañado de su hijo Bruno.
Sus últimos recuerdos con la U en el pecho se dieron en la temporada 2019. En una dura campaña, tuvo que resistir la presión de luchar en la zona baja de la tabla hasta las últimas fechas. En ese contexto, un 17 de octubre disputó su último partido con el club y el resultado fue un triunfo 2-1 ante Iquique.
Al término de aquel compromiso, Herrera conversó con la prensa, agradeciendo el apoyo de la gente. Fue entonces cuando, al notar la clara emoción del arquero, el periodista le preguntó: ¿Por qué te conmueves tanto por esto? El meta lo miró y dejó una frase para el recuerdo: “Porque así somos los de la U”.
En total, Johnny alcanzó a disputar 497 partidos con el club, siendo el segundo jugador con más presencias y el arquero que más veces defendió al equipo. Además, con 13 títulos es a la fecha quien más éxito ha tenido vestido de azul. Sin dudas, su legado lo avala como una leyenda universitaria, cuya entrega y amor por la camiseta serán valoradas y recordadas por siempre.
¡Gracias por tantas alegrías, Johnny querido!