Sergio Gioino llegó por primera vez a nuestro Club en 2004. Su debut fue en un superclásico y sin tapujo marcó dos de los cuatros goles en aquella tarde del 8 de febrero en el Nacional. Luego de ese compromiso que finalizó 4-0, el “Flaco” tuvo varias anotaciones importantes y durante ese torneo logró convertirse en el segundo goleador del equipo con 11 tantos. Aquí, el ex delantero repasó su doble estadía como jugador azul y lo que significó ese 27 de junio de 2004 en Calama, donde levantamos nuestra 12° estrella y él su primer título como profesional.
No pudiste tener un mejor debut en la U: Goleada 4-0 en un superclásico con dos goles tuyos. ¿Imaginaste algo así?
“Claramente fue un debut soñado porque es el partido más importante que se juega en Chile y marqué dos tantos en esa goleada. Es uno de los grandes recuerdos que tengo en el fútbol y que la gente de la U te lo hace sentir especial. Recuerdo que durante esa semana previa tenía mucha ansiedad, nosotros entrenábamos en el Caracol Azul y los hinchas que estaban te hacían sentir que tenías que ganar el clásico de cualquier forma”.
–Fue un poco irregular la campaña del Apertura 2004 pero de todas formas nos quedamos con el título. ¿Cuál fue la clave para imponerse ante los pronósticos y ser campeón?
“Si bien no fuimos favoritos, hubo un buen equipo en formación. Creo que el fuerte fue que todos remábamos para el mismo lado y, si bien no éramos favoritos, teníamos la camiseta de la U y eso significa que apenas comienza un torneo eres candidato. Yo creo que hicimos un torneo con altibajos y después entramos por la ventana a playoffs, pero supimos aprovechar el apoyo incondicional de la gente”.
-Este sábado 27 de junio se cumplieron 16 años de ese título del Apertura 2004. ¿Qué recuerdas de la definición ante Cobreloa?
“Como equipo habíamos crecido mucho y nunca tuvimos temor a nada. Me acuerdo que en el primer partido no pudimos tomar una ventaja siendo superior en el Nacional, pero fuimos a Calama con mucha confianza. Sabíamos que jugábamos ante un gran rival, pero lo hicimos bien. Fue maravilloso levantar la copa. Como jugador profesional fue mi primer título y nunca me voy a olvidar”.
– ¿Cuál fue la relevancia del técnico Héctor Pinto en la campaña y posterior consagración?
“Tuvo mucha relevancia. Él supo manejar un grupo y elegir bien su grupo de jugadores. Independiente de que todos los cuerpos técnicos son diferentes, nos supieron llevar y nosotros supimos responder y crecer demasiado rápido. En el segundo semestre también íbamos en alza y muy bien, pero tuvimos la mala suerte de perder en penales con Unión Española”.
-¿Algún buen momento que recordar mientras fuiste jugador azul?
“Yo soy fome para contar anécdotas, pero una de las tantas historias que nos pasó fue cuando concentrábamos en Lampa y un día que jugamos la semifinal llovió mucho en Santiago y el bus no pudo entrar donde estábamos concentrando. La cosa es que tuvimos que salir a la carretera en dos tractores en diferentes grupos. Así como eso, pasaron muchas cosas, pero nunca nos afectó como grupo. El grupo estaba bien y eso es lo que te hace crecer”.
-¿Quién fue tu mejor socio en la U?
“Obviamente que como grupo nos llevábamos todos bien, pero en la cancha con el que mejor me llevaba era con Diego Rivarola. Ambos hicimos muchos goles y nos entendíamos muy bien. Tengo buena relación con todos los compañeros que tuve en los diferentes clubes que estuve”.
– Con nuestra camiseta marcaste en total 36 goles en 66 partidos. ¿Qué evaluación personal haces de aquel doble paso?
“Mi estadía fue excelente y luego de mi vuelta de Brasil no fue lo que quería por todas las lesiones que tuve. Pero la primera parte fue maravillosa, significó que yo pudiera irme a Brasil con 31 años. Ahora con el paso del tiempo y si yo pudiese retrocederlo, me hubiese gustado haber seguido en la U un tiempo más, ya que mi estadía ahí fue demasiado linda. Me sentí muy querido y pude rendir muy bien”.
-Si pudieras hacer un ranking de tus mejores goles, ¿cuáles no pueden faltar?
“El que debe estar en el primer lugar sí o sí es el que le hice de sombrero a Claudio Bravo en 2004. El segundo es el gol de oro que le hago a la Universidad de Concepción en los playoffs. Por último, hay otro que le hice a Sao Paulo en el 2005 por Copa Libertadores. Ese fue un partido en el que empatamos 1-1, pero fue especial porque sabía que me iba, hice el gol y la gente me despidió con cariño. Ese reconocimiento son de esas cosas lindas que te deja el fútbol y hacer goles con la U siempre fue especial”.
-Pasaste por varios equipos, ¿qué diferencia sentiste en la U con el resto?
“Creo que a veces uno se encariña con otros equipos más que otros, pero no significa que te hayan atendido mal. Yo creo que la U es un equipo especial, que tiene una hinchada maravillosa y hace que uno se encariñe mucho. Llevo más de 20 años en el país y es el equipo al que le hago un poquito más de fuerza y aliento. No me gusta hablar mucho de esto porque no me gusta mezclar esto por mi trabajo, pero sin duda el cariño hacia la U no va a cambiar”.