Se integró a los 10 años a nuestro Fútbol Formativo, se hospedaba en la Casa Azul, debutó en 2011 y vivió de muy cerca el exitoso período en que conseguimos un tricampeonato y la Copa Sudamericana. Igor Lichnovsky, hoy en el Cruz Azul de México, recuerda con alegría su formación y etapa en el “Romántico Viajero”, esa que lo llevó a mediados del 2014 a partir al Porto y luego vestir las camisetas del Sporting de Gijón y Real Valladolid de España, además del Necaxa antes de arribar a su actual equipo. “Nos formaron con la mística de la U y al salir a otros países te das cuenta que eso no es cualquier cosa”, declaró en la entrevista que repasamos a continuación.

– ¿Qué recuerdos tienes de tu etapa como jugador del formativo en la U?
“Recuerdo mucho mi etapa formativa. No solo me formé como futbolista sino que también como persona. Estuve desde los 10 años junto a varios compañeros, eso logró que fuéramos un gran equipo y con mucha proyección para ser profesionales. Nos formaron con la mística de la U y al salir a otros países te das cuenta que eso no es cualquier cosa. Tener ese espíritu de sacrificio me ha llevado a sentirme orgulloso de la carrera que he hecho”.

– ¿Cuál es tu evaluación de tu paso por el Primer Equipo (2011 a 2014)?
“La considero muy buena, aunque me gustaría tener otra oportunidad como un jugador más maduro. Ese tiempo fue increíble, fue muy importante en mi última etapa de formación el coincidir con un grupo con tanta calidad y convicción de triunfar. Tenía 17 años y estaba cumpliendo un sueño de niño. A los 5 años fui a una Escuela en Peñaflor que era de la U y en el 2011 estaba en el plantel convirtiéndome en parte de la historia, fue algo espectacular”.

– Tu primer gol en el profesionalismo fue en el superclásico que ganamos 5-0 (anotó el tercero). Imagino que es un momento que atesoras con alegría.
“Es un muy lindo recuerdo. Hace poco conté una anécdota que tuve con Jorge Sampaoli. Yo le dije que marcaría un gol. Obviamente ni yo lo tenía tan claro porque no iba de titular jajaja, pero me tocó entrar y fue inexplicable porque no es solo un gol en un superclásico, hay sentimientos y toda una infancia. Muchas veces pareció imposible llegar a debutar en la U y el estar ahí, escuchar el grito de gol de la hinchada, me hizo recordar cuando iba de hincha, por eso apunté hacia todo el estadio en la celebración”.

– Te tocó celebrar también en cancha el título de Copa Chile 2013 frente a la UC. ¿Qué tanto significó para ti, un jugador de casa, ganar un título frente a un clásico rival?
“Me motivaba mucho jugar contra los archirrivales, y es que como decía antes, formarte desde los 10 años donde los clásicos son partidos diferentes te lleva a crecer esperando esos partidos. Me hace sentirme muy agradecido de Dios, que me ha dado la salud y la posibilidad de haber vivido tantos momentos espectaculares con el club de mis amores”.

– ¿Qué otros grandes recuerdos tienes de tu estadía en la U?
“Son demasiados. Yo viví en la casa del jugador, nos trataban muy bien y nos tocaron personas fantásticas. Me gustaría honrar a la tía Paola Davanzo. Hacía mucho por darnos ratos de alegría, nos llevaba obsequios o sacaba a pasear, aunque lo más valorable es que nos dedicaba su tiempo. Ella organizaba juegos y lo pasábamos espectacular con momentos muy sencillos. La U es una gran institución deportiva, para mí es parte de mi vida, donde crecí y pase grandes años de mi vida”.

– ¿Se puede contar alguna anécdota en un entrenamiento o partido?
“Recuerdo los tiempos de sparrings cuando teníamos que jugar contra el Primer Equipo. Había un trabajo de centros y como defensa debíamos evitar que hicieran goles. En una jugada a Rivarola le pego un codazo sin querer, me doy vuelta y tenía sangre en la boca. Al final, con la calidad de persona que es Diego, me dijo que no me preocupara y todo bien. Pero eso fue al final del entrenamiento, durante la práctica metió con todo y más jajaja. Estuvo buena esa experiencia, era nuevo en esa transición al Primer Equipo y me gustó que todo fuera competitivo”

– ¿Eres de mirar desde el extranjero los partidos de la U?
“Claro, siempre trato de seguirlos, alguna vez me ha tocado en el bus camino a un partido del equipo. En las comidas siempre pongo el celular. Alguna vez me llevé una multa por usar el celular para ver un superclásico, pero al final me la perdonaron porque di las explicaciones”.

– ¿Qué destacas del actual plantel? ¿Qué nombres resaltas?
“Hay un gran equipo, no es fácil llegar a la U y todos los que están es porque tienen las condiciones o demostraron que pueden estar ahí. Conozco a Ángelo Henríquez y es un futbolista extraordinario, es una máquina y le gusta estar mejorando. Será el goleador de la U sin ninguna duda. También me gusta mucho Franco Lobos, a quien conozco de las inferiores y tiene cualidades diferentes que lo pueden llevar a ser jugador de selección”.

– ¿Quieres aprovechar enviar un mensaje a los hinchas azules?
“Sin sufrimiento no hay gloria. La historia de la U tiene de eso y ellos, los hinchas, son parte de ese aguante en el sufrimiento que ha llevado a que la U haya gozado de la gloria. Que nunca se pierda ese apoyo incondicional que en todos lados llama la atención porque no es normal en el fútbol”

– Son momentos complejos por el COVID-19. ¿Cómo vives la situación en México junto a tu familia?
“Con mi familia estamos esperando la llegada de mi segunda hija, Isabella, que debería nacer en la primera semana de junio (*). Su nacimiento será diferente, sin visitas y muchos cuidados pero estamos seguro que Dios traerá sin novedad una bullanguera más a este mundo”.

(*) Su hija nació este viernes 5 de junio.