SOBRE EL CLUB
Historia Club Universidad de Chile
El Club de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile fue fundado el 24 de mayo de
1927 en dependencias del “Diario Ilustrado”. Surgió como una rama deportiva al interior
de la primera Casa de Estudios del país y con el paso de los años se transformó en uno de
los clubes más populares del fútbol chileno.
Su historia da cuenta de uno de los clubes más ganadores del país.. Campeón invicto de
una Copa Sudamericana (2011), 18 campeonatos nacionales de Primera División, (1940,
1959, 1962, 1964, 1965, 1967, 1969, 1994, 1995, 1999, 2000, 2004, Apertura 2009,
Apertura y Clausura 2011, Apertura 2012, Apertura 2014 y Clausura 2017), cinco torneos
de Copa Chile (1979, 1998, 2000, 2012-2013 y 2015) y una Supercopa (2015).
Elemento angular en esta historia, ha sido su hinchada. Su amplia transversalidad social se
mezcla con la pasión extrema y con una fidelidad a toda prueba. Esta muestra de
compromiso tuvo su mayor desafío en 1989, cuando el equipo descendió a segunda
división. Lejos de decaer el apoyo, este se hizo aún más incondicional. Un sello que ha
identificado al hincha azul en su historia y que crece con el paso de los años.
Orígenes
A fines del siglo XIX, aparecen los primeros antecedentes para la futura creación de la “U”.
En 1896 nació el Instituto Nacional Football Club, cuadro que estaba bajo el alero del
establecimiento de Arturo Pratt #33, en el centro de Santiago. En 1992, con la creación del
Internado Nacional Barros Arana, cambiarían de domicilio y adoptaría el nombre de
Internado Nacional Football Club.
Este conjunto participaría durante muchos años de campeonatos interescolares,
formando parte de la Asociación Arturo Pratt (AAP), liga que reunía a distintos cuadros
estudiantiles de Santiago. En aquella competición, se consagraron campeones en las
temporadas 1907 y 1910.
Un año después de ese segundo título, con la intención de ir más allá de las competencias
estudiantiles y considerando que varios integrantes ya cursaban la educación superior, los
directivos y jugadores del Internado F.C, sumado a otros alumnos de la Universidad de
Chile, decidieron inscribirse en la Asociación de Football de Santiago (AFS).
Con ello, y sumado al apoyo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, el
25 de marzo de 1911 se decide ampliar el rango de movimiento del Internado F.C, quien
representaría al equipo en competencias adultas.
Así, el cuadro adulto concretó su inscripción a la AFS el 30 de marzo de 1912, para
participar de la liga que enfrentaba a los distintos equipos representativos de Santiago,
mientras que su equipo escolar seguiría presente en la AAP.
Eso hasta el 27 de abril de 1919, cuando se produce la separación del Internado F.C. y el
Internado Barros Arana, quedando los escolares bajo el alero del establecimiento,
mientras el equipo de adultos se independiza. Así, lograrían destacadas campañas en la
AFS, alcanzando el trofeo de la Copa en 1921 y 1923.
Si bien la relación entre los estudiantes de la Casa de Estudios y el Internado F.C. siempre
estuvo presente, a partir de la creación en 1919 de la Federación Deportiva de la
Universidad de Chile (instancia que congregaba a las variadas disciplinas de las distintas
facultades de la misma) la vinculación se fue haciendo mucho más estrecha, allanando el
camino que años más tarde traería la fundación de nuestra institución.
Fundación
El 19 de abril de 1927 se establece la creación de la Liga Central de Football de Santiago,
que albergaba a los principales equipos de la capital. La considerable reducción de
instituciones que podrían participar obligó al Internado F.C. a buscar un socio para formar
parte del nuevo colectivo.
Tras el fallido intento de fusión con Green Cross, el siempre existente vínculo con la
Federación Universitaria de Deportes llevaría a ambas entidades a fundirse en un solo
Club. De esta forma, el 2 de mayo, se inscriben para participar bajo el nombre de
Internado-Fusionado-Universitario-Deportes.
Eso sí, la ratificación de la unión se produce la noche del 24 de mayo de 1927 en las
dependencias del “Diario Ilustrado” y con la presencia de delegados de distintos equipos
representativos de las facultades de la Casa de Estudios, como el Club Atlético
Universitario y el Club Náutico Universitario, además de la Federación Deportiva de la
Universidad de Chile y la directiva del Internado F.C.
Este último realizaba esa jornada su junta anual, instancia en que aprovecharon de
proponer la fusión y el cambio de nombre. En la asamblea, presidida por Arturo Flores
Conejeros, dirigente del Internado F.C., la propuesta se aceptó y se estableció la creación
del Club Universitario de Deportes.
Esta fecha, además, marca el momento en que se pasa a participar de un certamen
extrauniversitario, que más tarde se convertiría en la competencia de balompié
profesional en la que el Club adscribiría en 1938.
Cabe destacar que al poco tiempo el “Universitario” comenzaría a sumar símbolos que
hasta hoy se mantienen. El chuncho, heredado del “Náutico”, fue el primero de ellos.
Este nuevo emblema destacaría en el pecho del uniforme, el que constaba de una camiseta
blanca y pantalón con calcetas azules. Eso hasta el comienzo de la década del 30, cuando
se establecería el azul claro en la camiseta.
Finalmente, el nombre “Universidad de Chile” comenzó a utilizarse en el año 1934,
cuando el rector de la Casa de Estudios, Juvenal Hernández Jaque, promulgó el decreto
universitario que señalaba que la academia estaría representada en el club deportivo, en
una decisión que se ha mantenido hasta la actualidad y que nos representa en lo
deportivo desde el ingreso al profesionalismo en 1938.
Debut en el profesionalismo
Fue el domingo 29 de mayo de 1938 el día que quedaría marcado como el comienzo de
una hermosa historia. Aproximadamente 800 personas fueron las que llegaron a los
Campos de Sports de Ñuñoa, ubicado a pocas cuadras de donde hoy se encuentra el
Estadio Nacional, para presenciar nuestro primer partido profesional.
El duelo, programado para las 14:00 horas, era preliminar al choque entre Unión Española
y Santiago Morning por la 1° fecha. En frente, un rival que nadie querría para su debut:
Magallanes. Los “Carabeleros” eran el oponente más fuerte de la época y sus tres títulos
(1933, 1934 y 1935) le otorgaban el favoritismo.
Pese a comenzar ganando con autogol de Córdova, caeríamos por 3-1 ante “la Academia”.
Sin embargo, el equipo dejaría una grata impresión en su primer encuentro profesional.
La primera victoria llegaría solo siete días más tarde, cuando derrotamos a Unión Española
por 4-3 en el Estadio Santa Laura, con anotaciones de Becerra, doblete de Góngora y el
último de Holzapfel, siendo uno de los dos triunfos que se conseguirían en aquel certamen
(el otro frente a Audax Italiano).
De esta forma, daríamos por iniciado nuestro camino en Primera División. Con un
comienzo irregular por la derrota y los resultados de ese primer torneo, pero que con los
años se mejoraría, y ganaríamos un lugar de honor en nuestro fútbol, permitiéndonos hoy
alzarnos como un equipo importantísimo y protagonista en el ámbito nacional.
Primer título azul
Luego de tres años de debutar en el profesionalismo, el equipo comenzaba a dar que
hablar. Pese a terminar en el último lugar en su primer torneo, en 1939 terminaríamos en
séptimo lugar, mostrando un juego a destacar en el medio nacional.
Con Luis Tirado a la cabeza, el equipo pudo contar con la presencia de destacados
jugadores, que más tarde marcarían importantes precedentes en el fútbol nacional. Ulises
Ramos, Víctor Alonso y Eduardo “Pulpo” Simián serían los principales referentes de
nuestro equipo, que comenzaría a escribir la gran historia azul.
Domingo 8 de diciembre de 1940. Tras un parejo torneo, llegabamos a la última fecha con
las principales chances de obtener por primera vez un título de Primera División. En frente
teníamos al, en ese entonces, poderoso cuadro de Santiago Nationals Juventus que, sin
duda, no haría fácil la tarea y aseguraba un gran espectáculo deportivo.
Fue así como, en un duro partido, con los goles de Victor “Cañón” Alonso y Abanés
Passalacqua, los azules se llevarían un triunfo por 2-0, consagrándose por primera vez
como campeón nacional.
Sin duda, este título fue el puntapié inicial para nuestra historia, y así convertirnos en uno
de los elencos más grandes del país.
Consolidación de un proyecto y el nacimiento del Ballet Azul Tras el campeonato de 1940,
el “Romántico Viajero” tendría que esperar varios años para
su segunda estrella. Luego de algunas temporadas de irregularidad, la Casa de Estudios
apostaría por un proyecto encabezado por jugadores formados en el Club.
Nombres como Leonel Sánchez, Carlos Campos, Carlos Contreras, Manuel Astorga, Sergio
Navarro y Luis Eyzaguirre, entre otros, encabezarían este proceso que tendría sus frutos
hacia fines de la década del 50’.
Fue así, como en 1959’ en un emocionante encuentro, con el equipo comandado por Luis
“el Zorro” Álamos, vencimos a Colo Colo por 2-1 y conseguimos el segundo título del Club,
siendo, sin saberlo el inicio de una década dorada para la U.
Fue así como, en la década de los 60’ nacería el recordado “Ballet Azul”. El equipo de
Álamos conseguiría los campeonato de 1962, 1964, 1965, 1967 y 1969. Nombres como
Braulio Musso, Ernesto Álvarez y Rubén Marcos, dejarían a la U en lo más alto del fútbol
nacional.
Este equipo también destacaría a nivel internacional. Su nivel los llevó a ser parte
fundamental de la Selección Chilena en los Mundiales de Chile 1962 e Inglaterra 1966.
Además, los azules sumaríamos victorias sobre el Inter de Milán en San Siro, y ante el
Santos de Pelé y el Botafogo de Garrincha dejando en claro la calidad de este grupo de
jugadores.
Los años más difíciles de la U
En la década del 70’ el tremendo “Ballet Azul seguiría con su buena racha dentro de la
cancha, alcanzando una histórica semifinal de Copa Libertadores (1970), donde caería ante Peñarol.
Sin embargo, comenzaría a sentir el desgaste que, sumado al
fortalecimiento de los rivales y la complicada búsqueda de un recambio, los títulos
comenzarían a ser esquivos.
En 1979, el elenco dirigido por Fernando Riera y encabezado por jugadores como Jorge
Socias, Alberto Quintano y Vladimir Bigorra, apaciguaría un poco una larga sequía de
trofeos, y lograría la obtención de la Copa Polla Gol luego de vencer a Colo Colo por 2-1
(goles de Luis Alberto Ramos y Héctor Hoffens).
Lamentablemente la suerte de nuestro equipo no cambiaría y viviríamos algunos duros
momentos en nuestra historia. La década de los 80’ estaría marcada por la separación
formal de la Rama de Fútbol de la Casa de Estudios. Con esto, se constituiría la CORFUCH,
entidad que comenzaría administrar al Club por casi 26 años.
En lo deportivo, el panorama seguiría al debe. Si bien el equipo se mantuvo
protagonizando algunas liguillas a copas internacionales, no le fue posible conseguir
nuevos títulos, y los malos resultados nos llevarían a uno de los episodios más
complicados de nuestra historia.
El 15 de enero, se consumaría el único descenso del Club. La sumatoria de diversos
factores (económicos y administrativos) contribuyeron a la debacle, que, sin embargo, se
revertiría rápidamente.
En dicho periodo, el vínculo con nuestra gente destacaría por sobre todo. El “volveremos,
volveremos” se hacía fuerte en todos los estadios del país, y la incondicionalidad del
pueblo azul quedaría demostrada en la misión de retornar a primera división.
De la mano de Luis Ibarra y su ayudante, el histórico Leonel Sánchez, volvíamos al fútbol
de honor. Una inolvidable victoria ante Curicó con goles de Carlos Cisternas, Pedro Pablo
Díaz y un autogol de Pedro Helmo nos permitiría, luego de tan solo una temporada en
Primera B, volver al sitial que nos corresponde, y así, continuar escribiendo la historia de
la institución más grande del país.
Los 90’ y la vuelta a los abrazos
Las enseñanzas del descenso y nuevos aires reinaban en la U. En 1992 comenzaría una
nueva etapa. Al mando de Arturo Salah, otrora jugador de los 70’, nuestro Club
comenzaba un ambicioso proyecto que a en un par de años, tendría sus primeros
resultados.
La llegada de importantes jugadores como Sergio “Superman” Vargas, Patricio Mardones,
Rogelio Delgado, sumado a la consagración de canteranos como el capitán Luis Musrri,
Esteban Valencia y un habilidoso joven llegado desde Temuco llamado José Marcelo Salas
serían claves para un esperado hito del Club.
La campaña de 1994, inició con por el propio Arturo Salah en la banca, donde nuestro
equipo mostraba un estilo de juego y un gran nivel. No obstante, a mitad de temporada, el
técnico azul partió a México, dejando al mando a Jorge Socías quien hasta ese momento
era su ayudante de campo.
Pese a unas irregulares primeros partidos al mando del “Lulo”, los azules retomarían el
rumbo y disputarían palmo a palmo el título ante Universidad Católica. Las últimas fechas
serían claves. Los dirigidos por Socias derrotaron por 1-0 a la UC con gol de un novel
“Matador”. El campeonato estaba al rojo vivo, y todo se definía en el norte del país.
Hasta el Estadio El Cobre de El Salvador se dirigió una marea azul. Ese 18 de diciembres
podía ser histórico y nadie quiso quedarse al margen de este importante encuentro.
Primer tiempo terminado y gana el local por la mínima. Segundo tiempo, y una falta
dentro del área local hacía retomar la ilusión. Un potente remate de “Pato” Mardones
desde el punto penal hizo estallar el repleto recinto de la tercera región y a todo un país.
Gol del empate que significó una anhelada estrella por todo el pueblo azul. La U volvía a
gritar campeón luego de 25 años de sequía.
Las alegrías no se detendrían, y sumaríamos el segundo bicampeonato del Club con el
título de 1995. Un equipo con grandes jugadores como los hermanos Castañeda, el
seleccionado argentino Leo Rodríguez y los canteranos consolidados como Esteban
Valencia y Marcelo Salas seguirían buscando la gloria.
En 1996, con Miguel Ángel Russo en la banca, volveríamos a instalarnos en el plano
internacional, alcanzando una recordada semifinal de Copa Libertadores ante River Plate,
en la que, pese a mostrar un gran nivel, y luego de igualar 2-2 en Santiago, caímos por la
mínima en un polémico partido jugado en Buenos Aires.
Tras esta eliminación, pudimos levantarnos. Encontramos recambio para algunas partidas,
y surgen nombres que también dejarían huella, como el del goleador Pedro “Heidi”
González. En 1998 alcanzamos la Copa Chile, y un año después, se sumaba el histórico
campeonato de 1999, que, bajo la dirección de César Vaccia incluyó el récord de 33
partidos sin derrotas.
La llegada de Vaccia y su trabajo en el fútbol formativo permitiría el ascenso de jugadores
de la cantera, como Rodrigo Tello, Johnny Herrera y Sebastián Pardo. También traería
consigo el tercer bicampeonato conseguido en el año 2000.
Nuevo milenio
Tras la obtención del bicampeonato del 1999-2000, catalogando al equipo como el
“Campeón del Milenio”, el Club seguiría protagonizando el campeonato nacional. Sin
embargo, tendría que esperar hasta el año 2004 para volver a celebrar.
Tras una agónica clasificación a Playoff, que incluyó un triunfo con “Gol de Oro” ante
Universidad de Concepción y un triunfo ante Santiago Wanderers en Playa Ancha,
alcanzaríamos la final del Torneo de Apertura. En dos apretados partidos, el título se
definiría desde los lanzamientos penales, donde nacería la figura de Johnny Herrera, quien
años más tarde se transformaría en un emblema del Club.
El joven arquero protagonizaba una emocionante definición, y luego de contener el tiro
penal de Fernando Cornejo y ver cómo Luis Fuentes erraba para Cobreloa, fue el propio
Herrera quien cerraría la serie con un potente remate para decretar la estrella número 12
para los azules.
El año 2006, producto de problemas financieros, se decretó la quiebra de la CORFUCH, lo
que dejaría al equipo condificultades tanto en lo administrativo como en lo deportivo. Fue
así como, el 25 de mayo de 2007, la concesionaria Azul Azul se haría cargo de los destinos
del Club, trayendo una nueva era para el “Romántico Viajero”.
Fue así como, tras años de transición, el 2009 lograríamos volver a levantar una copa. Con
Sergio Markarian en la dirección técnica, y con el aporte de importantes jugadores como
Walter Montillo, Marco Estrada y Juan Manuel Olivera, los azules alcanzarían la estrella
13.
Con un recordado gol de “palomita” del “Palote” Olivera, derrotamos por 1-0 (2-1 global)
a Unión Española en el Estadio Santa Laura y alzamos el Torneo de Apertura 2009. Este
título, le permitiría disputar la Copa Libertadores 2010.
El cierre de la primera década del 2000, sería a lo grande. Con el “charrúa” Gerardo
Pelusso en la banca, el equipo comandado por Rafael Olarra, Montillo, Olivera y Mauricio
Victorino, alcanzó una nueva semifinal de Copa Libertadores, cayendo ante Chivas de
Guadalajara, dejando el ámbito internacional como materia pendiente, sin saber que
pronto si podrían celebrar.
Década del 2010: Completamente azul.
El año 2011 quedaría marcada a fuego en la historia del Club. La llegada del argentino
Jorge Sampaoli a la banca laica, marcaría un antes y un después. El retorno de Johnny
Herrera, la consolidación de José Rojas y Eduardo Vargas; y grandes incorporaciones como
Gustavo Canales y Charles Aránguiz llevarían al “Romántico Viajero” a alzarse tanto en
Chile como en Sudamérica.
El histórico torneo Apertura 2011 quedaría por siempre en el recuerdo del pueblo
bullanguero. Esto por el imborrable “Lo Dimos Vuelta” ante Universidad Católica, en la
que revertimos un 2-0 en la ida, con un notable 4-1 en la vuelta, con una trascendental
actuación de Gustavo Canales. Este sería el inicio de los años más exitosos del Club.
El segundo semestre del mismo año, alcanzaríamos nuestro primer título internacional: la
Copa Sudamericana 2011. Con una campaña casi perfecta (dos empates y 10 triunfos y
solo dos goles en contra), el 14 de diciembre nos consagramos campeones continentales
tras derrotar a Liga Deportiva Universitaria, tanto en Ecuador como en el Estadio Nacional.
Tras el logro continental, el equipo de Sampaoli no se detendría y alcanzaría un histórico
tricampeonato nacional.
El Clausura 2011 podría ser catalogado como uno de los mejores
campeonatos del palmarés. Sin derrotas en la fase regular, nos quedamos con el primer
lugar de la tabla. En Playoff, victorias sobre Unión Española nos instalaron en semifinales,
donde derrotamos a la UC en San Carlos de Apoquindo, pero que también significó la
primera derrota en el torneo, también ante los precordilleranos.
Sin embargo, nada impidió alcanzar en la final para definir el torneo ante Cobreloa. Un
empate sin goles en Calama, y un sólido 3-0 en el Nacional, con goles de Gustavo Canales,
Eduardo Vargas y Matías Rodríguez nos permitió levantar nuestra décimo quinta estrella.
El Apertura 2012 sería otro desafío. Con importantes bajas, el equipo encontró nuevas
armas, y con importantes actuaciones de Marcelo Díaz, Junior Fernandes y Charles
Aránguiz nuevamente alcanzamos la final.
O’Higgins era el rival a vencer. Un apretado encuentro en Rancagua, dejaba a los celestes
con la primera opción (1-2). El gol de Guillermo Marino en El Teniente hacía tener la
ilusión de poder revertir el marcador. El 2 de julio se definía todo. El gol de O’Higgins a los
30’ ponía todo cuesta arriba, pero los azules no bajarían los brazos.
65’ y Aránguiz ponía el empate 1-1. Restaban dos goles para el triunfo, o solo uno para
definir por penales. El tiempo avanzaba y el anhelado tanto no llegaba. Minuto 92.
Desborda Cereceda por derecha y saca un centro contra la última línea. Tal como sucedió
en Rancagua, Guillermo Marino logra rematar y vencer a Marín. 2-1 y el título se define
desde los doce pasos.
Nuevamente, el nombre de Johnny Herrera se llevaría todas las miradas. El “Samurai”
contuvo tres penales y nos permitió hacernos más fuertes y consagrarnos como los
campeones torneo. El Apertura 2012 de tiñó profundamente de azul.
Paralelamente, en este primer semestre, el equipo tendría una destacada actuación en
Copa Libertadores. Un recordado triunfo 6-0 ante Deportivo Quito, y la infartante
definición ante Libertad con Herrera y Gustavo Lorenzetti como figuras, nos hizo alcanzar
nuevamente la semifinal del certamen continental. Lamentablemente, tras caer en “la
Bombonera” e igualar sin goles en el Nacional, quedamos en el camino ante Boca Juniors
de Juan Román Riquelme.
Los años venideros, seguiríamos sumando trofeos. La costumbre del 2011 continuaría y
volvimos a ser campeones de Copa Chile 2012/2013, tras de superar nuevamente en una
final a Universidad Católica por 2-1, esta vez en el Estadio Germán Becker de Temuco con
goles de Isaac Díaz y Juan Ignacio Duma.
El 2014 con Martín Lasarte en la banca, alzaríamos más torneos, tales como el Apertura
2014 -definido en la última fecha-, la Copa Chile 2015, donde derrotamos a Colo Colo en
penales -teniendo a Johnny Herrera como protagonista-, y de la Supercopa 2015,
superando en la final a Universidad de Concepción.
El 2016 fue de altos y bajos, y algunos cambios de técnico impidieron el logro de
campeonatos. Ya en 2017, Ángel Guillermo Hoyos, con grandes actuaciones de Felipe
Mora, Lorenzo Reyes y David Pizarro, lograríamos de manera dramática la estrella 18,
nuestro último título nacional.