Si bien el año 2011 será imborrable para el pueblo azul, el 14 de diciembre, sin duda marcó uno de los principales hitos en la historia de nuestro Club, cuando por primera vez, celebramos la obtención de un torneo internacional: la Copa Sudamericana.

Aquel equipo dirigido por Jorge Sampaoli, sin dudas marcó una generación completa de jugadores e hinchas del fútbol nacional. Hombres ilustres como Johnny Herrera, José Rojas, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz y Eduardo Vargas, se encargaron de dejar el nombre de la Universiad de Chile en lo más alto del fútbol sudamericano.

Con una campaña impecable, el equipo llegó a disputar su primera final continental. Luego de dejar en el camino a Deportes Concepción, Fénix y Nacional de Uruguay, al Flamengo de Ronaldinho, Arsenal de Sarandí y Vasco da Gama, la historia azul comenzaba a escribirse con letras doradas.

La primera final, frente a Liga Deportiva Universitaria de Quito, fue una de las muestras que este equipo estaba destinado a grandes cosas. Lo que se corroboró con una impecable actuación, coronada con un inolvidable gol de Eduardo Vargas que enmudeció al gigante Estadio Atahualpa de la capital ecuatoriana.

Con el marcador a nuestro favor, aún quedaban 90 minutos. El Estadio Nacional de Santiago se vestía de gala. En los días previos, los hinchas acampaban a las afueras del coliseo, para asegurar su presencia en esta instancia que tenía ribetes históricos.

Llegó el día. El nerviosismo, pero a la vez ansiedad, se respiraba en todo un país. El Nacional repleto, coreaba el “Romántico Viajero” como cual himno nacional. Pitazo inicial, y una noche inolvidable comenzaría a transcurrir.

Tempranamente, Sampaoli y sus dirigidos dejaban en claro que este era un objetivo que no dejarían escapar. Tres minutos del primer tiempo. Vargas abre a la derecha. Matías Rodríguez controla, envía el balón al centro del área, y aparecía “Edu” para abrir el marcador, desatar el carnaval, y tal como en toda la Copa, poner en ventaja a los azules.

Con el partido controlado, el tiempo avanzaría. Ya en la segunda mitad, a los 80’, se juntaron los talentosos. Gustavo Canales abría para Vargas, quien remataba y tras una débil respuesta del portero, aparecía Gustavo Lorenzetti, que con un zurdazo lleno de emoción, ponía el 2-0 y comenzaban a tocar una nueva estrella.

Pero no sería todo. Tres minutos antes del final, Lorenzetti centralizaba para Vargas, este comienza a avanzar y apilar rivales. Deja atrás a la defensa de Liga, y ante la salida de Domínguez, levanta el balón y la manda hasta el fondo del arco norte del coliseo Ñuñíno. Corre Edu, haciendo el gesto de “esto se acabó”. El carnaval ya estaba armado. Pitazo final y la U se consagraba como uno de los mejores campeones a nivel sudamericano.

Ese histórico elenco, registró en esa edición de Copa Sudamericana 14 partidos disputados. 12 victorias, dos empates y ninguna derrota. Solo dos goles en contra y con el goleador del torneo, Eduardo Vargas entre sus filas. Terminando como el mejor ganador del torneo continental a la fecha.

Sin dudas, un año y una noche inolvidable, que hoy, tras una década, recordamos a este equipo, que hizo vibrar y emocionar a millones de azules, demostrando la grandeza de la camiseta azul.